"A SOR DOLORES"
Me despedí de ella. Lo hice en mi última visita en la Residencia de las Hermanas del Amor de Dios en Zamora, con un par de besos y mucho cariño en mi abrazo. Era de aquellas personas que transmitían sosiego, paz cuando hablan, cuando miran; te hacía sentirte bien. Transmitía esa calma, esa paz..., ese AMOR. Y no era porque fuera religiosa porque hay muchas personas que no son religiosas y te hacen sentir bien. Pero ella era así, era como si cuando te cogía la mano te acercase un poquito a Dios.
Así me sentí cuando la escribí esta poesía, hace ahora ya tanto tiempo...., era como un homenaje a tantos años regalados a su compañía, a sus palabras, a su cariño, a su sosiego, a su paz, a su amor. Y así la escribí. Con todo el amor que sentía por ella. Cuando se lo dije y se la llevé, era como una niña chica a la que le hacen el mayor de los regalos. estaba feliz, agradecida y contenta porque le hubiera escrito una poesía. La encantó. Cuando se fue, me encontraba en un viaje y no pude acudir a su funeral. Me dolió. Pero tiempo después visité su tumba en Toro para despedirme. Sentía por ella un cariño muy especial y necesitaba hacerlo. Le dije un "hasta siempre" porque nunca digo "adiós". Es una palabra que no me gusta.
A los que la conocimos en el Colegio "Amor de Dios" de Guardo, en su portería, vaya mi más grato recuerdo.
Así me sentí cuando la escribí esta poesía, hace ahora ya tanto tiempo...., era como un homenaje a tantos años regalados a su compañía, a sus palabras, a su cariño, a su sosiego, a su paz, a su amor. Y así la escribí. Con todo el amor que sentía por ella. Cuando se lo dije y se la llevé, era como una niña chica a la que le hacen el mayor de los regalos. estaba feliz, agradecida y contenta porque le hubiera escrito una poesía. La encantó. Cuando se fue, me encontraba en un viaje y no pude acudir a su funeral. Me dolió. Pero tiempo después visité su tumba en Toro para despedirme. Sentía por ella un cariño muy especial y necesitaba hacerlo. Le dije un "hasta siempre" porque nunca digo "adiós". Es una palabra que no me gusta.
A los que la conocimos en el Colegio "Amor de Dios" de Guardo, en su portería, vaya mi más grato recuerdo.
A SOR DOLORES
Camina medio encorvada
con sus manos extendidas
y corre a coger las tuyas
que fuertemente te asía.
¡Aprieta sí,
más no dolía!
Chispeante su mirada
y encorvada su figura
te pregunta:
- ¡A ver tú, ¿dónde ibas?!
-¿Quién yo?
responde mi voz de niña.
- Sí, tú, ¿dónde ibas?
- a abrir la puerta, hermana,
me lo dijo Sor María.
- Sor María, Sor María...
y quién es Sor María para mandarte
a ti nada
si mía es la portería.
Pero sonríe... y me mira,
y en mis ojos, hoy de madre
y mis recuerdos de niña
me vuelve a preguntar:
-¿A quién buscas? ¿Qué querías?
- A mi hijo, Sor Dolores
que hora es ya de recogida.
¿No se acuerda? ¡Quién diría!
- Sí hija, sí, ¡hala! Vete....
Y se vuelve, y se marcha
con su figura encorvada
y sus manos extendidas
llevando un poco de amor
a cada alma perdida.
Hoy la miro y la contemplo
igual que entonces, ¡quién diría!
recorriendo sus pasillos
regañando a los pequeños:
- "A ver tú, ¿dónde vas?
que has dejao la puerta abierta
y el colegio se va a enfriar".
Y se vuelve, y camina
y allí está en su portería.
¡Cuántos años han pasado
desde que yo era niña!
Y hoy mis ojos la contemplan
con el candor de una madre
y sonríe mi mirada
y recojo con cariño
esas manos extendidas
que tantos apretones dieron
desde entonces hasta hoy día.
- ¡Hasta mañana, Sor!
- ¡Hasta mañana, hija!
Junio, 1998
Que bonito poema y que recuerdos tan entrañables. Yo también la recuerdo con enorme cariño.
ResponderEliminarUn abrazo.