SIN ESPERA

Quizás esperé demasiado poco
o quizás no,
quizás esperé demasiado tiempo.
Olvidé mi vanidad en el espejo
y escapé pintándome los labios
de rojo incienso
y vistiéndome de princesa
de cuento inacabado.
Esperé soñando,
y soñando, te esperé.
Hoy despierto al mundo
que anochece,
viajando en ascensor de rascacielos.
Ya no vuelo entre nubes de algodones,
ahora viajo en trenes que recorren ciudades de
hierro y de ladrillo.
Ya no busco ni espero sinfonías,
ahora, solo toco melodías
que yo misma compongo
cada día
desoyendo los gritos que el silencio
me trae de tu mirada tan vacía.